Organizaciones Advierten De La Incursión De Transgénicos


GUADALAJARA, JALISCO.- Jalisco podría convertirse en el cuarto Estado en sembrar semillas genéticamente modificadas, pues hace seis meses la empresa “PHI México” (de la transnacional “Dupont”) tramitó un permiso para incursionar maíz transgénico en la estación experimental de Puerto Vallarta, lo cual preocupa a la Red en Defensa del Maíz, principalmente porque la Academia Americana de Medicina Ambiental (AAEM, por sus siglas en inglés) demostró en mayo que este tipo de alimentos generan daños a la salud.

 

“Las semillas genéticamente modificadas presentan un serio riesgo para la salud en las áreas de toxicología, alergia y función inmune, salud reproductiva, y salud metabólica, fisiológica y genética. No representan ningún beneficio”, dice la declaratoria de la AAEM, en la que resaltan que es imprescindible adoptar el principio de precaución, que es uno de los principales instrumentos regulatorios de la política de salud y del medio ambiente.

Actualmente hay permisos únicamente para las transnacionales “Monsanto” y “Dupont” en Sonora, Sinaloa y Tamaulipas, y están pendientes los de Jalisco, Chihuahua y Coahuila, de acuerdo con el estatus de solicitudes de maíz 2009 de la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad para Organismos Genéticamente Modificados (Cibiogem) de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).

 

Aún se ignora qué ha sucedido en los sitios donde ya se experimenta y en qué proceso van los que están por autorizarse. Y aunque el Gobierno federal argumenta que esto es únicamente para hacer pruebas, integrantes de la Red en Defensa del Maíz aseguran que son semillas ya cultivadas en Estados Unidos y que es el primer paso para comenzar a sembrar a gran escala.

El secretario ejecutivo de la Cibiogem, Ariel Álvarez, ha declarado que desde 1999 se siembra este tipo de variedades con nuevas propiedades, en varios países, y no se ha demostrado daños a la salud humana ni al medio ambiente (El Informador/26-10-09).

En la Unión Europea se permitió en un principio la siembra de estas semillas. Pero tanto los campesinos como los consumidores exigieron a los gobiernos que se aplicara una moratoria y actualmente hay nueve en los que ya no se pueden introducir estos productos, que controla principalmente la transnacional “Monsanto”.

La organización Greenpeace ha reiterado que el consumo de estos productos representa riesgos a los consumidores. Incluso, en 2005 demandaron a “Monsanto” en una corte alemana para que informara sobre los efectos en ratas alimentadas con su maíz Bt MON 863, y al reevaluar la información por científicos independientes descubrieron que no reportaron los efectos negativos por toxicidad en los órganos de las ratas con las que experimentaron.

La investigadora Silvia Ribeiro, del Grupo de Acción sobre Erosión, Tecnología y Concentración (ETC Group), quien desde hace más de 20 años estudia el tema de los transgénicos, asegura que los funcionarios que dicen que no hay daños a la salud es porque mienten o porque son “ignorantes”.

Otro argumento de las autoridades mexicanas es que los transgénicos tienen mejor rendimiento. Pero la Unión de Científicos Preocupados de Estados Unidos, después de analizar este tipo de cultivos por 13 años, demuestra que hay menores rendimientos y que sí hubo aumento de producción no se debió a transgénicos sino a manejos de tipo convencional.

La declaratoria de la Academia Americana de Medicina Ambiental se difundió en medios de comunicación y está disponible en distintas páginas web. Sin embargo, en la página oficial (), ya no se encuentra el documento y no explican las razones.

¿Qué dice la Academia?

La declaratoria de la AAEM puntualiza que estudios en animales indican serios riesgos de salud asociados con el consumo de alimentos GM, que incluyen infertilidad, desregulación inmune, envejecimiento acelerado, desregulación de los genes asociados con la síntesis de colesterol, regulación de insulina, señalización celular y formación de proteínas, y cambios en el hígado, riñones, bazo y sistema gastrointestinal.

“Hay más que una asociación casual entre alimentos GM y efectos adversos para la salud. Existe causalidad (es decir, son la causa de las enfermedades), y está confirmada en diversos estudios animales”.

Éstos muestran la estructura y la función del hígado alteradas, incluyendo metabolismo alterado de carbohidratos y lípidos, así como cambios celulares que podrían conducir a la aceleración del envejecimiento y posiblemente llevar a la acumulación de especies reactivas de oxígeno.

También se han documentado cambios en riñón, páncreas y bazo, y problemas de infertilidad, al mostrar una disminución significativa en la descendencia a través del tiempo y un peso significativamente menor de la camada en ratones alimentados con maíz GM. Asimismo, se han detectado daños intestinales.

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Declaración Academia Americana de Medicina Ambiental

DECLARACIÓN PRESENTADA A LA ACADEMIA AMERICANA DE MEDICINA AMBIENTAL – AAEM,SOBRE ALIMENTOS GENÉTICAMENTE MODIFICADOS.

Según la Organización Mundial de la Salud, los Organismos Genéticamente Modificados (OGM) son “los organismos cuyo material genético (ADN) ha sido modificado de tal manera que no se produce naturalmente.” (1) Esta tecnología es también conocida como “ingeniería genética” , “biotecnología” o “tecnología de ADN recombinante” y consiste en la inserción al azar de fragmentos genéticos de ADN, de un organismo a otro, generalmente de una especie diferente. Por ejemplo, una combinación de genes artificiales que incluye un gen para producir la proteína Cry1Ab de plaguicidas (comúnmente conocida como la toxina Bt), que originalmente se encuentra en la bacteria Bacillus thuringiensis, se inserta en el ADN del maíz al azar. Tanto la ubicación de las secuencia de genes transferidos en el maíz como las consecuencias de la incersión va a diferir en cada evento de inserción. Las células vegetales que han sido transformadas por los genes insertados, son llevadas a un laboratorio y se las hace crecer en un cultivo de tejidos o en otros medios nutritivos donde se desarrollan las plantas que son luego utilizadas para el desarrollo de alimenticios genéticamente modificados (2).

Durante los últimos mil años se han utilizado procesos de mejoramiento natural de plantas con seguridad. En cambio, “la tecnología de cultivos transgénicos deroga los procesos naturales de reproducción, pues la selección se produce a nivel de una célula única, el procedimiento es altamente mutagénico y rutinariamente rompe barreras entre géneros, y la técnica sólo se ha utilizado comercialmente durante 10 años” (3).

A pesar de estas diferencias, la evaluación de la seguridad de los alimentos transgénicos se ha basado en la idea de “equivalencia sustancial” de tal manera que “si un alimento nuevo es sustancialmente equivalente en su composición y características nutricionales con otros alimentos existentes, estos nuevo alimentos son considerados tan seguro como los alimentos convencionales” (4). Sin embargo, varios estudios hechos en animales indican que hay graves riesgos en la salud asociados con el consumo de alimentos transgénicos incluyendo infertilidad, desregulación inmunológica, envejecimiento acelerado, desregulación de los genes asociados con la síntesis de colesterol, la regulación de insulina, las células de señalización y la formación de proteínas; cambios en el hígado, los riñones, el bazo y el sistema gastrointestinal.Para Leer El Resto De La Nota (Aqui)

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