Un espacio de Alaska alberga las 180 antenas estadounidenses de HAARP.
Tormentas, huracanes, terremotos y desgracias, miles de personas corriendo sin sentido y en estado de histeria, y los buenos Estados Unidos, siempre a la orden de salvar al Mundo. ¿Es una mala película ó el próximo escenario bélico mundial?
Imagine que por un momento su vida está en manos de un reducido grupo de investigadores que juegan a ser Dios, y se dedican a cambiar el clima y las condiciones en el Planeta como bien les parezca, y además tienen el poder de afectar su mente para hacerle entrar en un estado de histeria colectiva, no, no es una mala película de Hollywood, eso pudiera ser HAARP, ¡eso y mucho más!
Los Orígenes
Detrás de todo esto está la genialidad humana utilizada para el mal, sin duda alguna Nikola Tesla fue uno de los científicos más importantes del siglo XIX, nació un 10 de julio de 1856 en Croacia, entonces Austria-Hungría, y murió el 7 de enero de 1943 en Nueva York, fue un inventor, ingeniero mecánico e ingeniero eléctrico y uno de los promotores más importantes del nacimiento de la electricidad comercial.
Tesla pasó a la historia por sus numerosas y revolucionarias invenciones en el campo del electromagnetismo, desarrolladas a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Su trabajo teórico y las patentes que creó formaron las bases de los sistemas modernos de potencia eléctrica por corriente alterna, incluyendo el sistema polifásico de distribución eléctrica y el motor de corriente alterna, que tanto contribuyeron al nacimiento de la Segunda Revolución Industrial.
Nikola Tesla, genio de la electricidad y el magnetismo.
Enemistado con Thomas Edison, acaba trabajando para George Westinghouse, construyendo una central hidroeléctrica en 1893 en las Cataratas del Niágara, la primera del mundo, contribuyendo al crecimiento de la fortuna de Westinghouse, y convirtiéndose en el creador de la industria eléctrica. Tantos buenos inventos utilizados aún hoy en día, pero uno de ellos fue tomado como una locura, y desapareció entre los documentos de la historia. Acusado de una gran mentira, el experimento de este reconocido genio sobre la posibilidad de modificar el magnetismo en la ionosfera.
La potencia alcanzada con HAARP supera el millón de KW.
Se trata del disco o escudo de Tesla, basado en un sistema de transmisión de electricidad inalámbrico, de tal suerte que la energía podría ser llevada de un lugar a otro mediante ondas de naturaleza no hertzianas. Dicho sistema se basa en la capacidad de la ionosfera para conducir electricidad, la potencia se transmitía por una torre denominada Wardenclyffe Tower, para valerse de la resonancia Schumann como medio de transporte con una alta potencia.
Cuando Tesla murió, el Gobierno de los Estados Unidos intervino violentamente todos los documentos de su despacho, en los que constaban sus estudios e investigaciones. Años más tarde, la familia Tesla y la embajada Yugoslava lograron recuperar lo que quedó, o por lo menos lo que quisieron devolver, del material incautado, que hoy día se encuentra expuesto en el Museo de Nikola Tesla. Tesla era una gran mente para la ciencia, enemistado con Edinson a quién acusó de ladrón y mal investigador, se decía que con su humildad no demostraba ser un gran científico. Nunca necesitó anotar nada previo, pensaba y luego diseñaba, algunos de sus estudios no podrían ser repetidos con éxito por nadie debido a su complejidad.
En los últimos años muchos son los que han intentado seguir su legado, pero es una tarea difícil, ya que existen apenas algunos documentos desprendidos, y se desconoce en gran medida la forma original en que procedía Tesla. Pareciera que a propósito se he haya querido ocultar del conocimiento público. Tesla llegó a plantear la idea de un gran escudo protector del espacio, capaz de destruir misiles, y también se refirió a armas de generación de partículas, y otros tantos inventos, de los cuales algunos se llevó a la tumba.
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La Patente Eastland
Posterior a Tesla, en 1987 aparece una figura que parecía conocer muy bien los estudios de Tesla, se trata de Bernard Eastland, un profesor y físico de la Universidad de Columbia, con ocho años de experiencia en la Comisión de Energía Atómica, quién patentó en 1988 lo que denominó “un invento para cambiar el clima, afectar las comunicaciones y destruir misiles”, el invento sonaba al disco de Tesla.
El tranquilo valle de Alaska esconde los verdaderos usos de las instalaciones de HAARP.
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