Las ratas alimentadas con maíz transgénico de la multinacional Monsanto o expuestas mediante el consumo de agua a su fertilizante más vendido desarrollan tumores y daños múltiples en sus órganos, según un estudio realizado por científicos franceses. La investigación ha generado duras críticas entre otros expertos que se muestran altamente escépticos sobre sus métodos y hallazgos.
Sin embargo, el investigador Gilles-Eric Seralini, de la Universidad de Caen, y su equipo, afirman que las ratas alimentadas con una dieta que contenía NK603 (una variedad de semillas modificadas genéticamente para tolerar las dosis del herbicida Roundup) o a las que se dio agua que contenía niveles de este producto químico permitido en EE.UU. murieron antes que las que siguieron una dieta sin estos elementos.
Además, los animales bajo dieta genéticamente modificada sufrieron tumores mamarios y daños severos en hígados y riñones, constata el estudio, publicado en la revista ‘Food and Chemical Toxicology’.
GUADALAJARA, JALISCO.- Jalisco podría convertirse en el cuarto Estado en sembrar semillas genéticamente modificadas, pues hace seis meses la empresa “PHI México” (de la transnacional “Dupont”) tramitó un permiso para incursionar maíz transgénico en la estación experimental de Puerto Vallarta, lo cual preocupa a la Red en Defensa del Maíz, principalmente porque la Academia Americana de Medicina Ambiental (AAEM, por sus siglas en inglés) demostró en mayo que este tipo de alimentos generan daños a la salud.
“Las semillas genéticamente modificadas presentan un serio riesgo para la salud en las áreas de toxicología, alergia y función inmune, salud reproductiva, y salud metabólica, fisiológica y genética. No representan ningún beneficio”, dice la declaratoria de la AAEM, en la que resaltan que es imprescindible adoptar el principio de precaución, que es uno de los principales instrumentos regulatorios de la política de salud y del medio ambiente.