
La Iglesia católica sigue destapando día tras día nuevos episodios de abusos sexuales cometidos por sus miembros a niños. El último de ellos ha llegado a salpicar al mismísimo hermano biológico de Benedicto XVI, Georg Ratzinger, en la época en la que dirigía el coro de la catedral de Ratisbona.El encargado de informar sobre estos nuevos escándalos en el seno de la Iglesia alemana ha sido el obispo de Ratisbona, Ludwig Müller, a través de una carta dirigida a los fieles en la que admite la existencia de algunos casos, los cuales se remontan a algunas décadas atrás, y asegura que la diócesis llevará a cabo una investigación para esclarecer los hechos.