Oración pidiendo la guía de Dios: Salmos 25.1-22


1 Señor, a ti dirijo mi oración;

2 mi Dios, en ti confío:

no dejes que me hunda en la vergüenza.

¡Que no se rían de mí mis enemigos!

http://public.bay.livefilestore.com/y1pecJW-7tFQJre4Pwl2Lde4kbwIii1XufaGfe_Q1potOZcvaWhFMQIW6TPQ11ylHWP4q2_Mojk_iqGrftL-xd9Kw

3 ¡Que no sea jamás avergonzado

ninguno de los que en ti confían!

¡Que sean puestos en vergüenza

los que sin motivo se rebelan contra ti!

4 Señor,

muéstrame tus caminos,

guíame por tus senderos;

5 guíame, encamíname en tu verdad,

pues tú eres mi Dios y salvador.

¡En ti confío a todas horas!

6 Señor,

acuérdate del amor y la ternura

que siempre nos has manifestado,

7 pero no te acuerdes de mis pecados

ni del mal que hice en mi juventud.

Señor, acuérdate de mí,

por tu gran amor y bondad.

8 El Señor es bueno y justo;

él corrige la conducta de los pecadores

9 y guía por su camino a los humildes;

¡los instruye en la justicia!

10 Él siempre procede con amor y verdad

con quienes cumplen su pacto

y sus mandamientos.

11 Señor, es grande mi maldad;

perdóname, haz honor a tu nombre.

12 Al hombre que honra al Señor,

él le muestra el camino que debe seguir;

13 le rodea de bienestar

y da a sus descendientes posesión del país.

Abraham ofreciendo el sacrificio

14 El Señor es amigo de quienes le honran,

y les da a conocer su pacto.

15 Siempre dirijo mis ojos al Señor,

porque él me libra de todo peligro.

16 Mírame, Señor, y ten compasión de mí,

porque estoy solo y afligido.

17 Mi corazón se aflige más y más;

líbrame de mis angustias.

18 Mira mis tristezas y trabajos,

y perdona mis pecados.

19 Mira cuántos enemigos tengo

que sienten por mí un odio mortal.

20 ¡Cuídame, sálvame la vida!

¡No dejes que me hunda en la vergüenza,

pues en ti busco protección!

21 Que me protejan mi honradez y mi inocencia,

pues en ti he puesto mi confianza.

22 ¡Dios mío,

salva a Palestina de todas sus angustias!

Deja un comentario